Tipos de facturas




29 de abril de 2016

Por Julián López, de Activa Consultores (Asesoria fiscal Sevilla)


Una factura es un documento legal y administrativo que supone el comprobante de haber llevado a cabo una operación de compraventa de un bien o servicio, incluyendo toda la información de la operación. Su emisión es obligatoria, como todos sabemos, para dejar así justificación de la operación de venta con un cliente.

La manera tradicional, de hacer una factura, hasta hace no tantos años, era a mano, pero hoy en día existen multitud de herramientas y programas informáticos para hacerlas. Ya mencionamos en otra ocasión, que para que una factura pueda ser deducible, era necesario que se especificara el término “factura”, con una fecha, número, datos del emisor, del cliente, retención de IRPF (en su caso), IVA, la descripción de los productos y finalmente el total de la misma.

Podemos distinguir varios tipos en función de:

Su contenido:

Factura ordinaria, que es la de uso más frecuente. Se suele llamar factura simplemente, ya que se limita a recoger todos los datos necesarios para ser llamada como tal y únicamente deja constancia de la operación económica que se ha realizado.

Factura rectificativa, que es la que se emite cuando queremos corregir un error o agregar algún dato que creemos es necesario. Esta factura se puede expedir en el momento en el que se tenga constancia de uno de los motivos anteriores, siempre y cuando no pasen más de cuatro años desde que se emitió la factura que se va a rectificar. Este modelo de factura es diferente al anterior, porque ya especifica que se trata de una factura rectificativa y además indica a qué factura está rectificando.

Factura recapitulativa, cuya función es ofrecer la agrupación de varias facturas emitidas en un margen de tiempo, por ejemplo hacia un mismo cliente en un mismo mes. Por ello, deberá detallar una descripción de las operaciones que agrupe y el valor total.

Su valor:

Factura Proforma, este tipo no se considera como factura como tal, sino como un documento el cual refleja el compromiso del vendedor de proporcionar los bienes o servicios al cliente por un precio determinado. Suelen incluir una fecha máxima de validez, pero no suelen servir como justificante, no tienen valor contable y por ello no se enumeran, ni se firman. Se trata de un borrador, una oferta comercial antes de finalizar la venta.

Copia, sirve para que el emisor tenga el mismo documento que el receptor, con los mismos datos. Debe indicar que se trata de una copia.

Duplicado, se trata de una opción de impresión para el caso en el que el receptor haya perdido la factura original, o simplemente quiera alguna copia adicional. Tiene todos los datos idénticos a la original, la expide el mismo emisor y además, indicará que se trata de un duplicado.

Según el medio de transmisión:

Factura tradicional, es aquella que está impresa en un soporte físico y transmitida al destinatario o bien en persona o por correo. Cada parte conservará una factura, el emisor conservará una copia y el receptor la original.

Factura electrónica (e-factura), la transmisión se realiza por medios electrónicos y telemáticos, lo cual requiere firma digital con certificado reconocido. La factura electrónica fomenta que las instituciones y las empresas dejen atrás las facturas en papel y las reemplacen por una versión electrónica, que tiene la misma validez tributaria que la tradicional y registra las operaciones. Está sometida a ciertos requisitos legales por las autoridades tributarias de cada país, de forma que no siempre es posible remitir electrónicamente las facturas.



Este artículo ha sido creado por Activa Consultores - Asesoria fiscal Sevilla

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